El nombre que eligieron los gorilas no fue al azar, ya que Tarzán quiere decir “piel blanca”. A medida que va creciendo, el niño va adquiriendo grandes destrezas físicas, como también fuerza y maña para desplazarse en medio de la selva. También tiene una fuerza animal que le permite luchar y defenderse de los peligros que hay en medio de las fieras. No tuvo durante su infancia contacto alguno con los humanos y solo los vuelve a tener cuando crece, momento en que aprende a hablar inglés y francés.
La historia de Tarzán estuvo inspirada en otras leyendas como la de Rómulo y Remo o El libro de la selva, aunque más moderna. En total se hicieron 89 películas sobre este personaje. La primera fue en el año 1918, era muda, pero con la aparición del cine sonoro las versiones fueron cada vez más mejoradas y con más efectos especiales.
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