Aleksandr Pushkin tuvo un final trágico, aunque la manera en que murió estuvo ligada a la forma en que vivió: siempre al límite. Nada menos que a los 37 años, el escritor se batió a duelo en 1837 con George d’Antes, un militar francés quien había sentido que el poeta hirió su orgullo ya que le había faltado el respeto a su esposa. Así resulta herido de muerte con un arma de fuego durante la lucha, recibiendo un impacto en el medio del pecho que le provocó la muerte.
Aleksandr Pushkin era un personaje muy querido por el pueblo ruso, por lo que los gobernantes de turno tenían miedo que se produjeran desmanes durante el velorio, así que el cadáver del poeta fue llevado oculto sin que nadie se entere, a la localidad de Mijáilovskoye, y posteriormente fue enterrado en la finca de su familia. Sintiéndose en deuda, el gobierno del zar pagó pensiones y mantuvo a su familia.
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