Los Mayas, hace algunos miles y miles de años, predijeron que el fin del mundo, tal como se lo conocía, iba a terminar un 21 de diciembre del 2012. Esa predicción no fue un invento de los mayas, sino que es el resultado de las mentes modernas que creen que el fin del mundo tiene fecha y hora. Lo que sucede es que el calendario maya tiene un fin porque, el tiempo es cíclico y si termina es para empezar. Por ello sostengo que éste fin del mundo puede ser tomado como una reflexión, como un stop en nuestras vidas. Un cambio, algo nuevo que se aproxima, una oportunidad para todos los seres humanos.
Así que mañana preparen la mente y el alma y dejen invadirse por el cambio, por la oportunidad desconocida que nos brinda el universo. Permítanse sentir el cambio. No le tengan miedo, el cambio ya es inevitable.