Tema: “La casa de los siete tejados” de Nathaniel Hawthorne

Es decir, fue tan y es tan fuerte el poder de escritura que posee la pluma de Hawthorne, y es tal el encantamiento de su literatura que cualquier escritor o lector se le hace imposible escaparse de las redes misteriosas de las novelas de Hawthorne.
Es fascinante cuando un escritor logra atraparte tan fuerte y maniobrarte a su antojo por las aguas tenebrosas de la literatura que uno realmente se siente tan a gusto que no desea salir jamás de un recinto que le da muchas alegrías.
Uno de los escritores más famosos del conocido “género del terror” se ha sentido muy atraído por la escritura de Hawthorne y le ha dedicado estudios y sobre todo uno titulado “Hawthorne” en donde Poe revela la pasión literaria por dicho autor. También realiza un gran estudio sobre los formatos utilizados por el autor a la hora de escribir sus cuentos como “Twice-Told Tale”.

A continuación me gustaría compartir algunas de las reflexiones de Edgar Allan Poe ya que me parecen centrales para comenzar hablar de una de las novelas más fascinantes del autor llamada: “La casa de los siete tejados”
Poe viene hablando sobre los cuentos que se encuentran dentro de “Twice- Told Tale” y sostiene “Todos y cada uno son hermosos, sin caracterizarse por el pulimento y el ajuste tan visibles en los cuentos propiamente dichos. Un pintor advertiría en seguida su rasgo principal, predominante, y lo calificaría de reposo. No se busca allí ningún efecto. Todo es tranquilo, pensativo, amortiguado. Y, sin embargo, este reposo puede darse simultáneamente con una alta originalidad de pensamiento; Mr. Hawthorne lo ha demostrado. A cada momento encontramos nuevas combinaciones, aunque jamás sobrepasan los límites de la calina. Nos tranquilizamos al leer, y al mismo tiempo nos asombra que ideas tan aparentemente obvias no se nos hayan ocurrido o no nos hayan sido comunicadas con anterioridad.”

Y continúa: “Opino que en el dominio de la mera prosa, el cuento propiamente dicho ofrece el mejor campo para el ejercicio del más alto talento. Si se me preguntara cuál es la mejor manera de que el más excelso genio despliegue sus posibilidades, me inclinaría sin vacilar por la composición de un poema rimado cuya duración no exceda de una hora de lectura. Sólo dentro de este límite puede alcanzarse la más alta poesía. Señalaré al respecto que en casi todas las composiciones, el punto de mayor importancia es la unidad de efecto o impresión. Esta unidad no puede preservarse adecuadamente en producciones cuya lectura no alcanza a hacerse en una sola vez. (…) Si se me pidiera que designara la clase de composición que, después del poema tal como lo he sugerido, llene mejor las demandas del genio, y le ofrezca el campo de acción más ventajoso, me produciría sin vacilar por el cuento en prosa tal como lo practica aquí Mr. Hawthorne.”

Por último me gustaría compartir el final del ensayo de Poe, sintetiza toda la figura y composición literaria de Hawthorne: “En verdad, su tendencia a la "locura" metafórica ha sido bebida inequívocamente en la atmósfera de falange y de falansterio donde durante tanto tiempo ha luchado por respirar una bocanada de aire puro. Todo lo que ya tiene de universal, le falta todavía de personal, de exclusivo. Posee el estilo más puro, el gusto más fino, erudición, humor delicado, dramatismo conmovedor, imaginación radiante y el más consumado ingenio; con todas esas buenas cualidades, se ha mostrado un buen místico. Pero, ¿acaso alguna de esas cualidades puede impedirle ser doblemente bueno dentro de un mundo de cosas sencillas, honestas, sensatas, tangibles y comprensibles? Que Mr. Hawthorne enmiende su pluma, se procure una botella de tinta visible, abandone su Vieja Morada, rompa con Mr. Alcott, cuelgue (si es posible) al director de The Dial, y tire a los cerdos todos los números que tenga de The North American Review.”

Luego es esta especie de introducción, necesaria para comprender la composición de escritores tan importantes como Hawthorne, me parece pertinente comenzar hablar de una de las novelas, luego de “La carta escarlata” más famosas del escritor llamada: “La casa de los siete tejados”.
La novela narra la historia de una casa maldita de la Nueva Inglaterra de finales del siglo XVII. En la búsqueda de un terreno acusado de brujería mueren dos hombres Maule, el viejo propietario, y Pyncheon el nuevo propietario que deseaba ese terreno para construir su casa. La novela comienza con dicho fatalismo y la maldición que encierra dicha casa “embrujada”.
Pero la casa no está embrujada por fantasmas tenebrosos que no pueden descansar en paz sino que el terror que encierra a siete personajes en esa casa son sus propios desprecios, sus propios miedos y sus propios fantasmas. Así el escritor pone en escena que el peor terror es uno mismo.

Es decir, el escritor narra la vida de esa casa maldita, de esa casa con una maldición particular y que tiene como presos a siete personajes fantasmagóricos que no pueden escapar de sus propios desprecios. Por todo esto y por más es que Hawthorne se ha ganado el título de “Padre de la novela norteamericana” porque sus escritos, sus historias, van más allá que la simple historia de fantasmas encerrados en una casa embrujada, sino que logra narrar los miedos que encierra al ser humano dentro de su propia cárcel, de sus propios miedos y de su verdad.
Así que ya saben si desean leer una de las mejores novelas del Romanticismo oscuro deben recurrir a las novelas de Hawthorne, no se van arrepentir y van a sentir todo lo que vine describiendo.
Lograr que una novela nos atrape y no nos deje escapar es realmente único y cuando les suceda eso no se escapen, adéntrense aún más. No se van arrepentir.